Las eras de trilla abandonadas que todavía se pueden encontrar en muchos lugares de las colinas que rodean Yunquera nos recuerdan lo mucho que ha cambiado la agricultura aquí en las últimas décadas. La disponibilidad de grano barato hizo que el cultivo no fuera rentable en pequeñas zonas a las que apenas llegaban las máquinas o en las que su uso no merecía la pena. La hierba brota entre las piedras de las eras y en muchos lugares los muros de piedra natural que sostenían las terrazas se están desmoronando. La naturaleza está recuperando lo que las generaciones le han arrebatado con un arduo trabajo.
Los lugares de trilla al aire libre solían estar construidos con arcilla apisonada o pavimentados con piedras. Pueden ser redondos o rectangulares. La trilla se realizaba con mayales, trillando con ganado u otros animales, o con trillos. El viento servía para separar la paja del grano. Las eras abiertas existieron en el sur de Europa hasta el siglo XX. En el norte y centro de Europa, los lugares de trilla se trasladaban a menudo al granero debido a la inestabilidad del clima.



